Foto: Rafael Soto/Zanfer Boxing.
En una guerra memorable, trascendental y digna merecedora al galardón de `` MEJOR PELEA DEL AÑO´´, Manny Pacquiao apabulló, liquidó y pulverizó a un atónito Miguel Ángel Cotto y se aseguró su quinto campeonato mundial, el welter de la Organización Mundial de Boxeo.
El mundo se paralizó ayer, sábado 14 de noviembre del 2009 y atestiguó la consolidación de una leyenda, un ser de otra órbita. Un pequeño coloso del siglo XXI, de nombre Manny Pacquiao.
El rostro de Miguel Cotto hablaba por sí solo.
A pocos centímetros de él, un flamante quíntuple campeón del mundo, un fenómeno, un exquisito y armónico escultor de inagotable esgrima pugilística. ``PAC-MAN´´ Pacquiao.
Miguel Ángel Cotto poco pudo hacer en pos de neutralizar la avasallante velocidad y prodigiosa efectividad del filipino que, a base de entrar, tocar y salir de la línea de fuego iba cimentando un castigo abrumador sobre la boca y esencialmente en la cara del perplejo puertorriqueño.
Fue en el tercer episodio cuando el retador asiático colocó un espléndido ascendente al plexo para atentar contra la verticalidad del boricua y provocarle la primera visita a la lona. La bravura y tenacidad de Cotto pudieron más y le permitieron reincorporarse tras un prolongado conteo del réferi Kenny Bayless.
No le dio respiro.En pleno desarrollo del episodio subsiguiente, Pacquiao descargó un poderoso uppercut izquierdo que nuevamente desembocaba en caída de Cotto. Luego, le propinó una serie de combinaciones descomunales, quedando este último en condiciones deplorables.
Y aún ante tan adverso panorama, Cotto se las ingeniaba para replicar en ciertos momentos pero nunca llegó a conmover al ídolo filipino, que parecía de acero.
Sexta vuelta del combate y Cotto evidenciaba con creces el padecimiento de la contienda. Su boca abierta era la señal más clara en referencia a quién era el dominador y quién el dominado, en un round en el que Pacquiao asimiló a pie firme los discontinuos embates por parte de Cotto.
A partir del noveno asalto, el puertorriqueño lució extenuado y seriamente vapuleado. La sangre ya se hacía presente en rostro, los magullones por debajo de sus ojos eran notorios y de no ser por un excepcional respaldo físico, no hubiera soportado el intenso fragor del combate.
Cotto (34-2-0,27ko), increíblemente sobrevivió hasta el decimosegundo capítulo. Afortunadamente, a poco de finalizar el primer minuto, el árbitro se apiadó de él.
Michael Buffer, el legendario anunciador estadounidense, proclamó el KOT12 y el ``PACMAN´´ se apoderaba de un nuevo título del mundo.
Al día de hoy, el indomable Pacquiao (50-3-2,38ko) es no sólo campeón OMB welter, ostenta el cinturón diamante del Consejo Mundial de Boxeo (creación del presidente de dicha entidad, José Sulaimán) y ha ratificado su incuestionable estirpe de ``MEJOR LIBRA POR LIBRA DEL MUNDO´´.
Un fenómeno del siglo XXI. Simplemente, MANNY PACQUIAO.
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