| Por Nicolás Samuilov | |||
| Notifight |
El invicto argentino Omar “El Huracán” Narváez se impuso ampliamente al mexicano Víctor “Nene” Zaleta, por puntos, en fallo unánime, tras doce asaltos, y así defendió con éxito por primera ocasión sus título mundial súper mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en el combate estelar de la velada desarrollada en la noche del sábado, en el Polideportivo Municipal de Monte Hermoso, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Brindando una verdadera lección de boxeo, el campeón apeló a sus característicos movimientos de cintura, pasos laterales y gran velocidad, para dejar cada envío de su rival en el aire. Y fiel a su estilo, se lució castigando con certeros y rápidos impactos que se estrellaron continuamente sobre el rostro del retador. Así, fue desgastando cada vez más a un visitante que además debió soportar varios cruzados zurdos y seguidillas de tres golpes rectos a la cabeza, que, sumados a los indescifrables movimientos del incansable chubutense, lo fueron frustrando con el correr de los capítulos. Por ello, no sorprendió que en el sexto, luego de un golpe bajo, el mexicano sufriera el descuento de un punto. Más allá de sus ganas y sus 9 centímetros de diferencia, el azteca jamás logró conectarlo en forma plena, por lo que el campeón, apelando a su libreto de tocar y salir, dominó de principio a fin, desluciendo a un oponente que terminó visiblemente sentido, e incluso debió tolerar cómo el local bajaba su guardia, invitándolo a pelear, mientras culminaba resignado y sin respuestas.
Las tarjetas de los tres jueces expresaron en números la diferencia exhibida, al decretar: Ignacio Robles (Panamá) 119-108, César Ramos (Panamá) 120-107, y Ramón Cerdán (Argentina) 120-107, todas en favor del argentino. Para NotiFight.com, la victoria de Narváez fue de 120-107, al haberse adjudicado con comodidad cada uno de los episodios.
Ya en el comienzo, luego de estudiarlo un poco, el local empezó a esquivar los envíos de un Zaleta que lucía fuera de distancia, y a contragolpear con suaves izquierdas en cross al rostro, acompañadas de pasos de costado.
En el segundo, el chubutense atacó y lo llevó contra las cuerdas, donde impactó al rostro con su cruzado zurdo, para proseguir con su derecha, dando claras muestras de la diferencia de velocidad y precisión. Y a ello, mientras eludía los embates de enfrente, llegó nuevamente con su cross izquierdo a la zona alta.
Mientras el retador procuraba inútilmente acortar la distancia, en el tercero, era siempre el oriundo de Trelew quien anticipaba y acertaba su cruzado zurdo al rostro, más otro al pómulo que hizo retroceder a su oponente. Por ello, el visitante comenzó a desordenarse e, intentando achicar, ocasionó un choque de cabezas -sin consecuencias- que le valió una advertencia del árbitro, el puertorriqueño José Rivera.
La superioridad del campeón crecía con el pasar de los asaltos. Y en el siguiente, fueron al cruce, donde sacó los mejores réditos, con su zurda en gancho arriba y en cross al rostro. Sumando su jab derecho en punta, el argentino entraba, tocaba y salía, haciéndose inalcanzable para su rival. Y con pasos laterales, acertó su gancho derecho arriba, mientras cada lanzamiento azteca moría en el aire.
Por momentos cediéndole la iniciativa, en el quinto, el desgaste del chihuahueño crecía al no lograr encontrarlo y además sufrir las contras, como un cross zurdo que se estrelló sobre el mentón, enviándolo para atrás. Y tras ello, Narváez levantó al público con un perfecto gancho diestro al rostro de un contrincante que ya acusaba recibo.
Tras un nuevo cruzado zurdo al rostro lanzado por el local en el sexto, Zaleta intentó acortar y, en su imprecisión, estrelló un golpe bajo la cintura, por lo que sufrió el descuento de un punto, por parte de Rivera. El chubutense siguió anticipando cada movimiento, con su jab diestro, su cross izquierdo y sus repetidos rectos al rostro de un retador que ya no buscaba tanto, quedando algo replegado. Por ello, “El Huracán” lo invitaba, bajando su guardia, y castigaba a la zona alta.
Con suma tranquilidad, y haciendo parecer sencillo lo difícil, en el séptimo, el trelewense tocó con su gancho diestro a la mejilla, mientras salía con sus pasos laterales. Segundos después, fue a la corta distancia y lo sometió con tres veloces impactos rectos a la cabeza. Y con “El Nene” yendo al ataque, con un gran movimiento de cintura, el campeón esgrimía su diferencia, pasando de defensa a ofensiva, donde acertó su izquierda cruzada al cuerpo.
Las acciones se repitieron en el siguiente. El argentino era dueño del ring, mientras el frustrado retador caía en ocasionales infracciones, por lo que recibía una nueva advertencia por parte de Rivera. El poder de anticipo del patagónico seguía en aumento, y al avance de su rival, contestaba con el recto derecho y cruzado zurdo al rostro. Tal es así que, en el noveno, combinó una seguidilla de tres veloces rectos a la cabeza. Segundos después, sometió con un potente -y ya enésimo- cruzado de izquierda al mentón, que hizo dar un paso atrás al retador. Y antes del descanso, volvió a castigar con otro resonante cross zurdo a la mejilla, para llevar a su sentido rival contra las cuerdas, donde le propinó una dura derecha cruzada.
Ya en el décimo, el aire se convertía cada vez más en el destino de los lanzamientos aztecas. “El Huracán” fue a la carga y combinó su gancho derecho a las costillas con su izquierda en cross a la zona alta. Sin dar lugar a respiro, el campeón sacó lo mejor de su repertorio y cada uno de sus numerosos embates -cruzados diestros y zurdos- se estrellaban con claridad en la humanidad de un agotado y resignado visitante, quien sólo se preocupaba por mantener la vertical, tras dos nuevas y potentes izquierdas cruzadas sobre su rostro.
Tal era la diferencia que “El Nene”, prácticamente desconcertado, ya ni podía ir a buscarlo. Y ante esto, en la siguiente vuelta, Narváez arremetió con otra feroz seguidilla al rostro, donde combinó dos cruzados de izquierda y uno de derecha. Boxeando a placer, acertó un nuevo cross diestro al mentón en la corta distancia, más otro zurdo al cuerpo, que cerca estuvieron de finalizar un pleito que ya parecía una exhibición.
En el final, sólo hubo tiempo para más lucimiento del chubutense. Si bien inicialmente “El Nene” salió a buscar el golpe milagroso, el destino de sus embates siguió siendo el aire, frente a los movimientos de cintura de un Narváez quien, además, metió su derecha cruzada a la mejilla de contragolpe. Siempre dando pasos laterales, el campeón lo avasalló castigando a gusto, con dos potentes izquierdas en cross a la mejilla de un retador perdido. Por si fuera poco, la diferencia aumentaba con una derecha ascendente a la mandíbula, y otro cruzado zurdo a la mejilla de un liquidado azteca, que recibía todo. Y tras dos veloces rectos en la corta distancia, llegó la campana definitiva, que puso punto final a la lección, mientras el público -a sabiendas de las previsibles tarjetas- ovacionaba a su ídolo al grito de: “¡Huracán! ¡Huracán!”
De esta forma, Narváez, que pesó 51,900 kg., retiene por primera ocasión el cetro que conquistara el pasado 15 de mayo al imponerse a la nicaragüense Everth Briceño en fallo amplio unánime, en Buenos Aires -y supo ser campeón mosca OMB entre 2002 y 2010, donde posee el récord de defensas de un argentino con 16-, y aumenta su marca a 33 victorias (19 KOs) y 2 empates. En tanto Zaleta, que también registró 51,900 kg., y que realizó su primera aparición fuera de su país, desmejora a 17 triunfos (9 KOs) y 2 reveses.
En un cambiante combate de semifondo, el mexicano Samuel “Sammy” Gutiérrez (47,400 kg. y 27-5-2, 18 KOs), se impuso al filipino Renan Trongco (47,500 kg. y 8-3, 5 KOs), por nocaut técnico en el sexto asalto, y así defendió con éxito por primera ocasión su título mundial mínimo interino de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Luego de un dificultoso comienzo, tras sufrir una dura caída en el primer capítulo y haberse visto ampliamente superado por la potencia y precisión de su retador -en particular su cross zurdo al rostro-, el mexicano remontó el pleito gracias a su mayor experiencia y entereza física, sobre un joven rival que llamativamente se fue quedando sin aire, por más que continuaba con amplias ventajas en las tarjetas. Incluso, segundos antes, el campeón había sufrido el descuento de un punto producto de una infracción, al haber golpeado con el codo.
La definición llegó cuando “Sammy”, apelando a toda su guapeza, intentó llevarse por delante al filipino, poniéndolo contra las cuerdas, donde castigó con sus ganchos zurdos a la zona hepática y a la mejilla, y diestros a las costillas, más algún cruzado derecho al rostro de un tagalo que ya no contragolpeaba, por lo que el árbitro, el panameño Guillermo Pérez Pineda, intervino -algo precipitadamente- para detener el combate, cuando transcurrían 2’:19” del sexto episodio.
Previo a ello, el poblano sufrió demasiado. Tal es así que, en el primer segmento, luego de haber avisado con un cross de izquierda al rostro, Trongco conectó otra potente y certera zurda cruzada bajo la nariz de un sorprendido monarca que se fue a la lona. Y tras ello, el filipino fue a buscarlo e impactó un nuevo cross izquierdo a la cabeza, que volvió a ponerlo en aprietos.
Ya en el segundo, “Sammy Guty” fue a la carga y llegó con un gancho zurdo al hígado seguido de un cruzado diestro al estómago, que pareció “doblar” a su oponente. Sin embargo, éste respondió y, de contragolpe, conectó otro cross de izquierda al mentón, que lo hizo retroceder. Con el mexicano avanzando peligrosamente desprotegido, el tagalo volvió a acertar dos nuevos cruzados zurdos al rostro, que resonaron sobre la mejilla rival.
En el siguiente, el campeón pudo reaccionar. Siempre tomando la iniciativa, acertó su gancho de izquierda al cuerpo y al rostro, y su cross diestro al pecho. Así, en la corta distancia, el combate crecía en emociones. Por ello, el cuarto volvió a mostrar algo de paridad, con “Guty” achicando y llegando con su derecha al rostro en forma de cross y uppercut, pero también recibiendo ese cruzado zurdo -ya una pesadilla- sobre su rostro. Y previo al descanso, un potente cross de izquierda de Trongco se estrelló sobre el mentón de un mexicano que se fue contra una esquina.
Las acciones se repitieron en el quinto. Gutiérrez intentaba acortar, sin encontrar su mejor distancia, y recibía las contras del filipino. La diferencia de efectividad se mantenía, y resaltó aún más cuando el tagalo impactó una derecha en swing a la mejilla y otro cruzado zurdo arriba. Pero el retador pareció quedarse sin energías. Incluso, luego del descanso, el árbitro -llamativamente- se acercó a consultar si seguiría en pelea. Tras ello, el poblano fue a buscarlo y conectó su cross diestro al estómago, seguido de un gancho izquierdo arriba y un uppercut derecho al mentón de un filipino algo más estático. El ímpetu del campeón lo llevó a la mencionada infracción y posterior descuento de un punto, lo que no lo hizo mermar su ataque. Y cuando lo tenía contra las cuerdas, castigando con sus ganchos zurdos al hígado y a la mejilla, derechos a las costillas, y cruzados al rostro, llegó la sorpresiva intervención de Pérez Pineda, quien decidió que el sometimiento ya era demasiado, ante el asombro de los presentes.
En un combate complementario desarrollado en división mosca, el invicto mexicano Odilon “Olímpico” Zaleta (50,900 kg. y 10-0, 4 KOs) venció al filipino B. J. Dolorosa (50,800 kg. y 9-6, 1 KO), por puntos, en fallo dividido, tras seis asaltos.
Las tarjetas de los jueces fueron: Manuel Véliz 57-56 en favor de Dolorosa, mientras que Néstor Sabino decretó 57½-56½, y Alberto Pérez Segou 58-57½, ambas para Zaleta. Para NotiFight.com, la victoria de Zaleta fue de 59-54, puesto que, dentro de un trámite algo impreciso, fue el mexicano quien sacó los mejores réditos, merced a la mayor justeza de sus envíos.
Tal es así que dominó los cuatro primeros episodios, donde logró filtrar algunas derechas en cross al rostro y ganchos zurdos al cuerpo de un filipino que permanentemente bajaba su cabeza, dejando latente un choque. Sólo en el quinto, Dolorosa complicó levemente al mexicano, cuando lo sorprendió con un cruzado izquierdo a la mejilla. Pero en el final, el “Olímpico” volvió a tomar el control. Sin embargo, su mayor preocupación llegó cuando el tagalo, utilizando su testa como tercer puño, propició un duro choque de cabezas que ocasionó un profundo corte en su pómulo derecho, por lo que el árbitro, el uruguayo Aníbal Andrade, le aplicó el correcto descuento de un punto. Tras ello, sólo hubo tiempo para que la pelea se ensuciara, pero llegara a las tarjetas, que darían ganador al chihuahueño.
En otros resultados de la noche, en combate revancha en categoría súper gallo, el invicto chubutense Néstor Daniel Narváez (54,200 kg. y 16-0-2-1 sd, 7 KOs), volvió a dar cuenta del salteño Marcelo “Criters” Gómez (54,500 kg. y 24-40-4-1 sd, 11 KOs), por nocaut en el cuarto asalto. Así, el menor de los hermanos del campeón puso la serie personal tres a cero sobre el salteño, a quien se había impuesto en fallo unánime tras ocho episodios, el 7 de febrero de 2009 en Puerto Madryn, y por nocaut en el tercero, el 18 de diciembre del 2009, en Junín.
Además, en división súper gallo, el otro hermano menor del campeón, el chubutense Mario Narváez (55 kg. y 15-15-2, 4 KOs) derrotó al porteño radicado en Ingeniero Huergo, Río Negro, Eduardo Carrasco (55,300 kg. y 2-8-1), por puntos, en fallo unánime, luego de cuatro asaltos. Las tarjetas de los jueces fueron: Manuel Véliz 40-36, Néstor Sabino 40-37, y Alberto Pérez Segou 40-37½.
En categoría súper gallo, la rafaelina residente en Trelew, Chubut, Soledad Matthysse (55,200 kg. y 7-1-1, 1 KO) superó a la misionera radicada en Claypole, Buenos Aires, Cecilia “La India” Rodríguez (54,900 kg. y 3-5-2, 1 KO), por puntos, en decisión dividida, tras cuatro rounds. Las tarjetas de los jueces fueron: Néstor Sabino 39½-37½, y Alberto Pérez Segou 39½-38½, ambas en favor de Matthysse, mientras que Osvaldo Sequeiros decretó 39½-37½, para Rodríguez.
Y finalmente, en división ligero, otro invicto chubutense, el ascendente Cristian Gramajo (60,200 kg. y 3-0, 3 KOs), se deshizo rápidamente del bonaerense Pedro Leonel “Leo” Prieto (60,700 kg. y 4-2, 1 KO), por nocaut en el primer capítulo.
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