por Hernán Lo Iacono
La pelea comenzó con nuestro muchacho muy lento y poco decidido a cruzarse, por suerte para él, Cayó se conformó con algunas ráfagas, que Maidana asimiló bien, y a ponerle la cara para que el santafesino se lanzará al ataque totalmente fuera de distancia y allí sacudirlo.
En el comienzo del segundo asalto tuvo el Chino buenas llegadas a la cabeza del dominicano que aguantó los impactos y supo tomar el control de las acciones con veloces réplicas que nuestro chico parecía no poder contener, aunque con poca potencia para conmoverlo. Maidana terminó el asalto corriendo tras el púgil caribeño que, a pesar de la diferencia de potencia, se prendía en los cruces. Luego de la campana el argentino llegó con un soberbio cross de izquierda a la nuca del dominicano que el referee Joe Cortez dió por lícito y procedió a contarle hasta nueve.
En el tercero Cayó controló durante los dos primeros minutos las acciones a voluntad, con un Maidana que pretendía terminar todo con una providencial contra ante un rival mucho más veloz. En los últimos segundos del asalto y sin que nada indicara dque debiera hacerlo, el dominicano cedió el centrao del ring y el Chino aprovechó para conectar buenas manos arriba, pero no las suficientes para definir o ganar el asalto.
En el cuarto Maidana careció totalmente de precisión y cayó llegó a acorralarlo en más de una oportunidad y a descargarle todo lo que podía. Eso motivó que Cortez lo advirtiera por aplicar golpes antireglamentarios. Hacia el útlimo minuto, Maidana recurrió a lo que en el amateurismo era una de sus virtudes, saber enfriar la cosa y esperar su momento. Aunque la falta de puntería y variantes de los lanzamientos (casi siempre voleos a la cabeza) lo dejaban nuevamente expuesto para recibir más de la cuenta.
En el quinto, Cayó se tomó confianza y se exponía demasiado, pero Maidana seguía sin encontrar variantes de contraataque aun con la insistencia de su rincón en que lo hiciera, ahí el dominicano dejaba un área abierta para, si no sacarlo, quitarle movilidad y ganar tiempo para pensar.
Maidana no estaba físicamente entero al empezar el sexto asalto, pero Cayó en vez de buscar la definición prefirió esperarlo, tanto que Maidana comenzó a encontrarlo. El dominicano asimilaba bien lo que el Chino le tiraba. Pero hacia mitad del asalto Cayó quiso recuperar el control de las acciones e intentó acorralar a Maidana, que en una veloz maniobra clavó su derecha al plexo del caribeño para liquidar el pleito. Para los más meticulosos, les contamos que desde el momento en que Maidana inicia el movimiento ofensivo y el momento en que conecta el golpe que terminó la casa pasó menos de la sexta parte de un segundo. Esto acaba con la idea de que nuestro muchacho es sólo un fajador, a veces le hace falta una mínima fracción de segundo para pensar y concretar una acción tan precisa.
Es cierto lo que se dice: el Chino hace sufrir a sus fanáticos pero sus conocimientos técnicos son tan vastos como el poder de su pegada, aunque a veces se olvide de que los tiene y reciba castigo sin razón.
No tenemos dudas que el Chino nos va a traer más emociones, aunque preferriamos sufrir un poco menos por él conforme vayan pasando las durísimas batallas que tendrá por delante.
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