Polémica por el nuevo proyecto de ley

Por Micaela Cicioli

http://www.medioslentos.com/

La mayoría de la gente del boxeo está, o dice estar harto de los manejos autoritarios y de la frase “esto es así porque si”. Se supone que vivimos en democracia y son pocos los que hablan abiertamente por miedo o por lo que sea. Que es necesario que haya un cambio que regule el actual manejo del boxeo argentino parecería no estar en discusión. El tema será discutirlo.
Imaginar una ley realmente representativa, es bastante relativo y complicado ¿no? Eso de lo representativo sobre todo. En este caso, se podría arrancar intentando, por ejemplo darle garantías de salud, jubilación y seguros de vida a los deportistas de combate, o sea, hacerlos profesionales de verdad. Pero no solo a los campeones que son la minoría, sino a la mayoría que son los que no llegan a lograr una vida económicamente tranquila a raíz del boxeo. Entonces a eso se debería apostar.

Imaginar por ejemplo un foro de discusión donde se planteen proyectos concretos y bien redactados sobre las sugerencias que se crean pertinentes para contener en esta nueva ley. Habrá diferencias, sí, pero lo importante es centrarse en un mayor control o por lo menos sin huecos legales para que nada quede librado al azar.

Sería interesante poner sobre la mesa los manejos que realmente arruinan al deporte y trabajarlos con mayor cautela. La arbitrariedad nunca lleva a buen camino. Imponer algo y no debatirlo llevará a que todo quede en la nada (a no ser que se utilice la fuerza coercitiva, que no es el caso). Hoy en día los problemas de la Argentina van muchísimo más allá de una “ley” que ampare a los deportistas de combate. Seamos realistas.

Ya que ni siquiera se los obliga, se los estafa sí, pero no se les pone un revolver en la cabeza para que se suban a un ring. Entonces hay atenuantes como para sancionarla, siquiera discutirla a priori. Pero lograr “entrar” será imposible sin apoyo y por ende consenso. Se necesitará mucha participación, habrá unos cuantos, tal vez la mayoría, que no sepan de leyes, pero saben del día a día y tampoco corresponde dejarlos sin voz ni voto. Si realmente se habla de una ley en “Defensa del Deporte”, dejemos la soberbia y el egoísmo de lado porque nadie apoyará lo que desconoce. Y siempre son bienvenidos los aportes constructivos. La única manera de lograrlo es intercambiando ideas y sobre todo practicando la tolerancia. De otro modo, llamase ALADDE, ADEBOAR, Señor Boxeador, Señor Técnico, Arbitro, Juez o Juan Montoto, seguiremos como siempre…

Apuntando específicamente al proyecto de ley y teniendo en cuenta los comentarios de los lectores que solicitaron la “síntesis” nombraremos algunos comentarios que vale la pena mencionar:

* Hubo muchos que se preguntaron ¿Por qué ALADDE (una asociación civil), se reserva el derecho (por ejemplo) de ser la única entidad en otorgar títulos válidos de técnicos? Misma sanción, que por otro lado, merece hoy el reglamento de la FAB. En tal caso, tal vez esa facultad correspondería al Ministerio de Educación, o bien a la Secretaría de Deportes. Obviamente, si la idea es nuclear todo el país y aumentar el estándar de conocimiento de los técnicos referidos a por ejemplo: “primeros auxilios, anatomía básica, biomecánica, aspectos legales y de responsabilidad, educación alimentaria y nutricional, y demás conocimientos” que, además, el plan de estudio debería ser planificado por gente realmente competente en la materia.

* Para la mayoría poner una asociación civil (ALADDE) por sobre otra (FAB) es más de lo mismo. Algo interesante sería apuntar al manejo médico y al otorgamiento de licencias por parte del Estado, (como lo practican en EEUU por ejemplo).

* Muy buena repercusión tuvo la propuesta de separar la función de manager del promotor.

* Otro punto interesante a debatir sería el no pretender lo “impracticable”; porque tal vez daría como resultado el incumplimiento desde el 1er día por cuestiones de practicidad. Este comentario apunta a “las condiciones obligatorias para realizar eventos deportivos en todo el territorio nacional” donde sugiere que en el evento se deberá tener al lado del ring: “una camilla y un resucitador portátil con equipo de oxígeno y canales endotraqueales, estando los médicos que presencien la velada capacitados en la utilización de los mismos.

Tal vez parezca “tercermundista” el comentario de “impracticable”, o estarán los que crean que o se hace de esta manera (por seguridad) o no se hace. Serían puntos de vista a discutir y consensuar. Preguntarse hasta qué instancia se desea llegar para realmente hacer las cosas como corresponden y achicar las posibilidades de una desgracia.

* Pretender dar poder a una Asociación civil (ALADDE), quitarle a otra (FAB) y prohibir la creación de nuevas Asociaciones civiles, conformaría (según comentarios de especialistas en materia legal) una ley de neto corte arbitrario y que violaría los principios de libertad de Asociación, de ejercer industria lícita, de enseñar y aprender, y un etc muy largo.

* Un punto interesante habla de que el manager solo podría percibir el 10% de los ingresos del deportista no pudiendo cobrar ningún otro monto con las firmas de otros convenios con otras características, ya sea por publicidad, derecho patrimonial de imagen, etc.

* Otro ítem es la implementación de un seguro médico deportivo obligatorio. Que por otro lado es llamativo ya que dentro de la ley de espectáculos públicos (hoy en vigencia) debería tenerlo cada boxeador, y no lo tienen. Algo que desanima, porque si ya existe una ley que prevé esto y no se cumple. ¿Qué quedará para el resto? El panorama realmente es desalentador.

*Con respecto a la salud y estudios médicos aconseja implementar los estudios de HIV y Hepatitis B y C. Como por otro lado, establecer acuerdos con el Ministerio de Salud de cada jurisdicción con las federaciones a fin de convenir la utilización de los laboratorios y servicios necesarios.

* Implementar un sistema de información que se llamaría “Registro Nacional de Salud del Boxeo” recolectando datos que se utilizaría para el trabajo con otros países.

Son muchos puntos, algunos muy positivos, otros abiertos a críticas y modificaciones. El camino está empezando a querer dibujarse, no hace falta estar detrás de una Asociación para pensar en una ley que ampare al deporte, simplemente se necesita un grupo de trabajo que quiera hacerlo.

Por Micaela Cicioli
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